¡A Jugar!
Jacobo Eid
La obra de Jacobo Eid te transporta a tu infancia. Sus piezas transmiten pureza,
inocencia, vitalidad y energía. Consiguen sumergirte en la época en la que todo eran risas
y amor. Con la despreocupación por bandera, te recuerdan que la felicidad se esconde
tras un helado, un día de playa, hacer amigos nuevos y despertar cada mañana
ilusionado por vivir nuevas aventuras. Te invitan a emocionarte con cosas sencillas.
Parafraseando a Antoine de Sain-Exupéry en su obra El Principito “lo esencial es invisible
a los ojos”. Su producción es libre y sin condicionamientos, explora nuevos procesos de producción
construyendo un universo a través de distintos lenguajes. Los juguetes de piscina se
funden para crear abstracción pop. Sale a jugar a la calle y estampa en los muros
poemas dignos de un escolar de ocho años. Sus vinilos de resina recuerdan a piruletas
gigantes. Practica el minimalismo en óleos donde reproduce paletas de pintor para
deleitar al ojo con el puro placer del color.
Jacobo Eid ha encontrado la felicidad jugando con el niño que fue, con su mirada
inocente y fresca nos invita a todos a jugar con él.